Mi barrio es un barrio de clase media, en la zona norte de Córdoba Capital.
Con hipermercado funcionando a toda máquina, automóviles entrando, saliendo del sector desde temprano en la mañana.
Cada noche, un helicóptero de la policía sobre vuela el sector , iluminando
con su reflector los barrios sensibles, en los que es `posible que se produzca repentinamente
un estallido social similar al ocurrido durante los recientes saqueos.
Las movilizaciones en las que
se reclama por el suministro eléctrico, por el agua, por la brutalidad
policial, se han producido en algunos sectores con relativa frecuencia.
Días antes de lo saqueos, me topé con una de ellas en la avenida que
se extiende a lo largo de muchos barrios hasta transformarse en la ruta 9, quien te conduce al norte del país.
La mitad de la avenida estaba ocupada por la movilización. Los
organizadores de la misma, en el corte siguieron el criterio señalado por la norma: media arteria para la
protesta; la otra para la circulación del transito.
Me acerqué a un policía para preguntarle el por qué del corte.
¨Es por la muerte de una mujer en la carcel de Bower, dijo.
Cuando le pregunté cómo había muerto la mujer, me respondió ¨Se ahorcó.Pero ellos dicen que la mataron¨
Lo miré.
¨ La investigación de la muerte está
en manos de la justicia. Si se ahorcó o no ni a vos ni a mi nos
interesa, porque es la justicia quien debe determinar cómo fue y por qué ¨, largó.
Evité decirle que estaba equivocado. Porque los casos de suicidios en cárceles y
comisarías es algo ¨normal¨, además de la función policial orientada a apretar adolescentes por usar gorras, por
andar en motos supuestamente robadas, por reunirse en plazas, por manifestar su
disconformidad con el código de faltas que los aísla, que los discrimina, que
los persigue a balazos.
Obviamente su tono de voz se tomaba la libertad de darme ¨ordenes¨ sobre no inmiscuirme, sobre hacer lo correcto.
Por supuesto, estaba
amenazándome a partir de indicar
el sometimiento a la regla, a la orden impartida por ¨alguien superior¨; alguien de jerarquía,
Veleidad habitual
en los policías, sean del rango que sean , porque dicen ser los dueños de la
calle, de los barrios, de la ciudad, así como
de la vida y muerte de las
personas.
O sea, la Non negotiable force haciendo uso de su enanismo de garrote, de balas; de su derecho a reprimir por ser los propietarios de la non plus ultra.
La ¨Non negotiable
force¨defendida por @contrareforma en su articulo
Esto es lo que sostiene @contrareforma en el artículo mencionado.
El contraste
Jorge Daniel Reyna, como Walter Bulacio, pero hoy.
La fuerza no negociable que te revienta a palos cuando lo considera necesario, es la máxima representantes de la
Ley y el Orden, por esa razón te describen con claridad cual es el significado de esa ¨ Ley ¨ y ese ¨Orden¨. Pero también te señala su responsabilidad en las atrocidades provenientes de una estructura corroída por
el envilecimiento.
Más aun cuando se dedican a golpear, amenazar, torturar física y psicológicamente a ¨chorros¨ además de llevar a cabo idéntica tarea contra cualquier persona.
Las oportunidades en la cuales amigos, o amigos y familiares junto con vecinos,
enfrentaron el abuso policial (en todos los tiempos) es y seguirá siendo una
constante.
@contrareforma sostiene
comerciantes buscando saqueadores |
La línea de desarrollo del artículo se encuentra centrada en un pseudo
análisis sociológico, por esa razón @contrareforma derrapa al sostener que la
identidad ¨completamente abierta¨ es un bluff.
La razón para abominar del arte, de la cultura, del intercambio de conocimiento proveniente de la identidad
abierta, quien refleja el poderoso espíritu donde conviven y marchan en varias direcciones
o se dispersan las líneas directrices de los razonamientos es , precisamente ,porque ella se contrapone
al carácter insustancial del Estado
policial.
La necesidad ficticia de contar con ¨otra¨ policía, en lugar de la actual , envilecida, corrupta y torturadora, conduce a @contrareforma a plantear una dicotomía. Pero ella carece de sentido. Porque sencillamente no existe la otra policía. Tanto como no existen los policías buenos y malos.Existe la policía.
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