* Introducción y traducción Raul Racedo
Cuando elaboré esta introducción decidí evitar cualquier alusión a los ¨logros
intelectuales¨ de Lowell.
Porque consideré a la sustancia de su creación poética fuera
de esos ¨logros¨. Y porque la trascendencia de ella va mucho más allá de la
consideración del público lector; aunque este haya sido quien otorgara
importancia a su producción; cosa que condujo a que las editoriales colocaran
en una marquesina móvil el nombre y apellido de éste hombre.
Cuando esa marquesina móvil se desplaza de izquierda a
derecha repite ¨Logros intelectuales de Robert Lowell logros intelectuales de
Robert Lowell logros intelectuales de Robert Lowell ¨, cosa encargada de
representar el fetichismo del público lector,
quien salta de alegría ante el espectáculo promovido por el mercado,
órgano que colaboró con el asunto de insertar a Lowell en el territorio de la supra
normalidad.
Mediante tal mecanismo, el lector se convirtió en
otro eslabón en la línea de producción encargada de hacer posible que la inmensa mayoría de lectores jamás pueda acceder al universo
donde aparecen en toda su magnitud las miserias o veleidades de Lowell.
Es la razón por la que su función como escritor pasó a ser
la de un ¨personaje¨ protegido.
En mayor o menor medida el ¨personaje¨ protegido disfrutó
con la idea de acceder a tal rango. Nada del otro mundo: el mercado editorial
le lanzó un salvavidas; y él lo tomó. Cuando se dio cuenta de la maniobra, se
sintió ¨dignificado.¨
Para la clase social
a la que pertenecía Lowell, el mecanismo
sirvió para avalar su ¨prestigio¨ de
¨estirpe¨ ; además de reivindicar la
¨excelencia¨ de su tarea histórica.
Porque ambos (el ¨prestigio¨ de Lowell así como el de su
clase) implicaban la eternización indirecta de esta última.
Pretender otra cosa , estaba fuera de lugar ; sobre todo si se tiene en cuenta que quienes
bajaron del May Flower fueron los
autores del diseño, y de la puesta en
escena de la Constitución de Estados Unidos. Y los antepasados de Lowell
formaron parte de eso.
El refrito que
descendiera del May Flower se disolvió
en el torrente teológico calvinista que
tuviera lugar en la ¨sangre ¨ Lowell
; a lo que se agregó , también, la corriente de los sanadores puritanos,
aquellos que abandonaran Inglaterra en 1620.
La mezcla puritanismo/calvinismo fue el elemento encargado
de empujar la rebelión de Robert en
contra de su parentela.
Por ello saltó del episcopalismo al catolicismo.Cualquier persona con un mínimo de información acerca de
ambas cámaras de tortura podría preguntarse:
¿Dónde?
¿Cómo?
¿Cuando?
Durante la II Guerra Mundial el voluntarismo de Lowell voló en otra dirección al transformarse en
objetor de conciencia.
Obviamente corría en sentido contrario al de quienes optaran
por marchar a la guerra marcando el paso y pensando en América. América merecía
el sacrificio de 500.000 soldados, además de millones de víctimas conseguidas al intervenir en el conflicto.
Si señor.
Lógicamente, al objetor de conciencia Lowell ,su posición le
valió la cárcel.
¨Querido Señor Presidente: lamentablemente tengo que rehusar
la oportunidad que me ofreció de servir en las Fuerzas Armadas en su
comunicación del 6 de agosto de 1943¨ -le escribió en una carta a Franklin
Rooselvet durante el mes de septiembre del mismo año.
Luego, en la misma carta,
deja en claro que después del bombardeo de Pearl Harbor estaba preparado
para pelear en la guerra. Pero como eso ocurrió antes de leer los términos incondicionales de la
rendición planteados por Estados Unidos a Japón y Alemania, consideró que los
mismos auguraban la destrucción permanente de ambos.
Por tanto, nada de colaboracionismo. Si Estados Unidos
preservaba Alemania / Japón, joya!! ,
participaba en la guerra.
Para los 60as Lowell dedicó sus esfuerzos a luchar por los derechos civiles así como a la
actividad que se presentó luego de hacer público su rechazo a la guerra de Vietnam.
Previo a esto, ya había conseguido subir unos escalones mas
en la escalera del reconocimiento al participar
en la clínica construida en las profundidades talentudas de la
Universidad de Iowa.
Su bien conseguida y consistente performance relacionada con
profundizar los anhelos narcisitas de quienes concurrieran al Writer´s Workshop
de esa institución, le resultó un buen vehiculo ya que el veloz automóvil de
quien viera la oportunidad de conducirlo de cabeza (Donald James Winslow)a
difundir la exacerbación mencionada en
la Boston University , le permitió ponerse en contacto con su por
entonces alumnas, Sylvia Plat y Anne Sexton.
De este modo el hombre que tuviese un matrimonio ¨
tormentoso y sin descanso ¨ siguió su camino hacia la sacrosanta paternidad de
la corriente Confesionalista.
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Relinquunt Omnia Servare Rem Publicam
The old
South Boston Aquarium stands
in a Sahara
of snow now. Its broken windows are boarded.
The bronze
weathervane cod has lost half its scales.
The airy
tanks are dry.
Once my
nose crawled like a snail on the glass;
my hand
tingled
to burst
the bubbles
drifting
from the noses of the cowed, compliant fish.
My hand
draws back. I often sigh still
for the
dark downward and vegetating kingdom
of the fish
and reptile. One morning last March,
I pressed
against the new barbed and galvanized
fence on
the Boston Common. Behind their cage,
yellow
dinosaur steam shovels were grunting
as they
cropped up tons of mush and grass
to gouge
their underworld garage.
Parking
spaces luxuriate like civic
sandpiles
in the heart of Boston.
A girdle of
orange, Puritan-pumpkin colored girders
braces the
tingling Statehouse,
shaking
over the excavations, as it faces Colonel Shaw
and his
bell-cheeked Negro infantry
on St.
Gaudens shaking Civil War relief,
propped by
a plank splint against the garages earthquake.
Two months
after marching through Boston,
half the
regiment was dead;
at the
dedication,
William
James could almost hear the bronze Negroes
breathe.
Their
monument sticks like a fishbone
in the
citys throat.
Its Colonel
is as lean
as a
compass-needle.
He has an
angry wrenlike vigilance,
a
greyhounds gently tautness;
he seems to
wince at pleasure,
and
suffocate for privacy.
He is out
of bounds now. He rejoices in mans lovely,
peculiar
power to choose life and die--
when he
leads his black soldiers to death,
he cannot
bend his back.
On a
thousand small town New England greens,
the old
white churches hold their air
of sparse,
sincere rebellion; frayed flags
quilt the
graveyards of the Grand Army of the Republic.
The stone
statues of the abstract Union Soldier
grow
slimmer and younger each year--
wasp-waisted,
they doze over muskets
and muse
through their sideburns . . .
Shaws
father wanted no monument
except the
ditch,
where his
sons body was thrown
and lost
with his "niggers."
The ditch
is nearer.
There are
no statues for the last war here;
on Boylston
Street, a commercial photograph
shows
Hiroshima boiling
over a
Mosler Safe, the "Rock of Ages"
that
survived the blast. Space is nearer.
When I
crouch to my television set,
the drained
faces of Negro school-children
rise like
balloons.
Colonel
Shaw
is riding
on his bubble.
he waits
for the
blessèd break.
The
Aquarium is gone. Everywhere,
giant
finned cars nose forward like fish;
a savage
servility
slides by
on grease.
Relinquunt Omnia Servare Rem Publicam.
El viejo Acuario de Boston permanece
en un Sahara de nieve ahora. Sus quebradas ventanas están
enmaderadas.
El pescado de la veleta de bronce perdió la mitad de sus escamas.
El tanque aéreo esta seco.
Una vez mi nariz se arrastró como un caracol en el vidrio;
mis manos rascaron
hasta reventar las burbujas
errantes de las narices de los intimidados, sumisos peces.
Mis manos retrocedieron. Muchas veces continué
dando un vistazo por las oscuras inclinaciones del vegetante reino
de peces y reptiles. Una mañana del último marzo,
me apreté contra la cerca de púas nuevas y galvanizadas
en el Boston Common. Detrás de su celda,
las palas mecanicas gruñían como dinosaurios amarillos
cuando recogían
toneladas de musgo y hierbas
al vaciar el bajo mundo de su garage.
Estacionamientos de espacios lujuriosos como cívica
almohada de arena en el corazón de Boston.
Un cinturón naranja, calabaza Puritana coloreando las trabas
de las vigas en la hormigueante Casa de Gobierno;
sacudiéndose sobre la excavación, como si las caras del
Coronel Shaw
y su infantería de Negros con cachetes como campana(1)
sacudieran la calle Gauden con el consuelo de la Guerra
civil;
extensa tabla apropiada
para servir de astilla contra el
terremoto del garage.
Dos meses después de marchar a través de Boston,
medio regimiento fue muerto;
en la conmemoración
William James casi pudo escuchar la respiración de bronce de
los
negros.
Las varas del
monumento como espina de pescado
en el cuello de la ciudad y
su Coronel como una delgada
aguja de brújula.
Tiene la encolerizada vigilancia de un pájaro,
de un galgo dulcemente tieso;
que al parecer retrocede ante el placer
y se sofoca por
privacidad.
Está fuera de ataduras ahora. Se regocija en el hombre
cariñoso;
peculiar poder para escoger vida y muerte;
cuando lideraba sus negros soldados hacia la muerte,
no podía doblar la espalda.
En miles de pequeños pueblos de la verde New England
las viejas iglesias sostuvieron el pelo
de la desparramada, sincera rebelión; raídas banderas
acolchando el cementerio de la Gran Armada de la República.
Las estatuas de piedra de la abstracta Unión de Soldados
crecen delgadas y jóvenes cada año-
cinturas de avispas, dormitan sobre mosquetes
y meditan a través de las patillas de ellos...
El padre de Shaw no quería un monumento
excepto la zanja
donde el cuerpo de su hijo fue arrojado
y extraviado con sus "negros."
La zanja está cerca.
No hay estatuas de la última guerra aquí;
en la calle Boylon,
un fotógrafo comercial
muestra una derretida Hiroshima
sobre Mosler Safe, la "Roca de las Edades"
que sobrevivió a la explosión(2). El lugar esta cercano.
Cuando me acuclille hacia mi equipo televisivo
las secas caras de los niños de la Escuela de Negros
surgieron como balón.
El coronel Shaw
cabalga en su ilusión.
Espera
la bendición del descanso.
El Aquarium se ha ido. Por todos lados
automóviles gigantes con aletas y hocico como pez;
un bárbaro servilismo
resbala entre la grasa.
Notas
(1)El Coronel Shaw nació en Boston, Massachussets. Su madre
fue una destacada abolicionistas pero su hijo no compartía tal inclinación.
Luego de declarada la emancipación, a Shaw le ofrecieron la oportunidad de
hacerse cargo del regimiento de voluntarios de color llamado "Los 54 de
Massachussets."
Su madre fue quien lo persuade a aceptar.
Shaw fue severo en cuanto a impartir disciplina a sus
subordinados. De acuerdo con algunos oficiales, cuando entrenaba a la tropa
gustaba utilizar la coerción. A aquellos que se negaban a obedecer, los hacia
permanecer en un barril. Se dice también que tenia por costumbre amordazarlos o
balearlos.
Por sugerencia de
Shaw, "Los 54" lideraron el asalto al fuerte Wagner, en Carolina del
Sur. 272 miembros del regimiento fueron muertos entonces, entre ellos Shaw.
(2) Uno de los
inusuales ejemplos del favorable impacto de la bomba sobre Hiroshima y
Nagasaki, fue el ocurrido en industrias como la Mosler Safe Company de
Hamilton, Ohio.
En virtud de que sus productos estaban en el lugar correcto
en el momento correcto, Mosler se transformó en LA compañía salvadora(Safe)para
la era atómica. Antes de la segunda guerra mundial, Mosler Safe había
reemplazado la bóveda ("La Roca de las Edades que sobrevivió a la
explosión"-escribe Lowell) del Banco Teikoku en Hiroshima, Japón. Después
del lanzamiento de la bomba se descubrió que el contenido de esa bóveda en
particular estaba milagrosamente intacto. Gracias a esto, pronto el gobierno de
Estados
Unidos eligió a Mosler Safe para construir un refugio
atómico para que la Declaración de la Independencia y la Constitución fuesen
salvaguardadas durante un ataque u otro desastre.
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Fathers Bedroom
In my Fathers bedroom:
blue threads as thin
as pen-writing on the bedspread,
blue dots on the curtains,
a blue kimono,
Chinese sandals with blue plush
straps.
The broad-planked floor
had a sandpapered neatness.
The clear glass bed-lamp
with a white doily shade
was still raised a few
inches by resting on volume two
of Lafcadio Hearns
The clear glass bed-lamp
with a white doily shade
was still raised a few
inches by resting on volume two
of Lafcadio Hearns
Glimpses of unfamiliar Japan.
Its warped olive cover
was punished like a rhinoceros hide.
In the flyleaf:
Robbie from Mother.
Years later in the same hand:
This book has had hard usage
On the Yangtze River, China.
It was left under an open
porthole in a storm.
En el
dormitorio de mi padre
En el
dormitorio de mi padre:
la fibra
azul es delgada
como la
escritura de una lapicera en el cubrecama;
azules
descoloridos en las cortinas,
un kimono
azul
sandalias
chinas con azules correas de felpa.
La ancha
tabla del piso
tiene
una pulcra lijada.
La claridad
de la lámpara de vidrio
con una
pequeña y blanca tulipa que fuera levantada algunas
pulgadas
para que descansen en el volumen
dos los
oídos de Lafcadio.
Reflejo de
un Japón no familiar.
Como el
escondite de los rinocerontes,
sus combados
olivos cubren
lo que fue
castigado.
En el
marcador del libro:
De Mamá para
Robbie.
Años mas
tarde en el mismo lugar:
Este libro ha
tenido un duro trato,
En el río
Yangtsé, China.
En la
tormenta él fue dejado abajo
De una tronera abierta.